miércoles, 29 de febrero de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
Eco del Recuerdo - Dimas Gómez
El Eco del Recuerdo - El testimonio de Dimas Gómez
"No sé si mis memorias todavía puedan interesar a alguien, pero les contaré lo que recuerdo de mi trayectoria deportiva y algo del América..." Dimas Gómez
"No sé si mis memorias todavía puedan interesar a alguien, pero les contaré lo que recuerdo de mi trayectoria deportiva y algo del América..." Dimas Gómez
Únete al Colectivo Americano Omar Caicedo y reconstruyamos juntos la memoria histórica del equipo y su hinchada...
Americano ¡Respalda a tu equipo! - 1982
Americano ¡Respalda a tu equipo!
Revista América No. 6 del año 1982, Noviembre.
Únete al Colectivo Americano Omar Caicedo y reconstruyamos juntos la memoria histórica del equipo y su hinchada...
Revista América No. 6 del año 1982, Noviembre.
Únete al Colectivo Americano Omar Caicedo y reconstruyamos juntos la memoria histórica del equipo y su hinchada...
lunes, 27 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
Félix Castillo - América del año 1982
"Félix Castillo es el mejor jugador extranjero que ha venido a Colombia en todos los tiempos. Jugó en el 50 y en el 51, no preciso si alcanzó el comienzo del 52..."
Revista América No. 6 - Noviembre de 1982
La mitad de la Selección del Valle era del América...
Alex Escobar fue considerado como el mejor volante de creación del certamen. Estuvo en la tabla de goleadores con seis tantos. Revista América N° 6 - Nov - 1982
jueves, 23 de febrero de 2012
¿Por qué la M E C H I T A?
Se sabe que los idiomas van modificando con el uso repetitivo y general, el sentido de sus vocablos y eso- a mi juicio- le sucedió a la palabra Mecha.
En un país con tantas desigualdades que perduran y se eternizan, la pobreza de aquellos tiempos, era francamente aterradora. Un estudio del Banco Mundial elaborado por la Misión Currie en 1949, señalaba sin ocultamientos el perverso rostro del atraso. Para la muestra baste decir que el 90% de la población no conocía el calzado y que el 85% de los colombianos Vivian en condiciones de extremada pobreza. Desde luego esa crisis se agudizó por los efectos del conflicto mundial y por la ineptitud de las políticas gubernamentales que precisamente aquella misión internacional buscaba optimizar en este suelo olvidado de Dios.
Y entonces LA MECHA significaba en medio de la ropa precaria, trajinada, de baja calidad y pésima textura, un verdadero desquite dominguero; era la percha que permitía a las gentes sentirse bien vestidas y a gusto, un día de la semana; y si no me equivoco, para los hinchas americanos que asistían al estadio de San Fernando, esa academia de rojo hasta los pies vestida, que hilvanaba figuras increíbles en la grama verde que refulgía con el sol, pasó a ser La Mecha del desquite, el vestido de gala, el de mostrar frente a los adversarios y sus insoportables seguidores.
Luego, pasando el tiempo, La Mecha devino en traje pobre, algo que solía romperse y remendarse; perdió su connotación de vestidura de pro y devino en amadísima pero modesta prenda. Y como el América, pobre de solemnidad, fue por años con fulgores inolvidables ante los grandes de la tabla y los torneos- la cenicienta de los clubes, el amoroso apodo de Mechita iluminó por décadas el horizonte del corazón americano.
En un país con tantas desigualdades que perduran y se eternizan, la pobreza de aquellos tiempos, era francamente aterradora. Un estudio del Banco Mundial elaborado por la Misión Currie en 1949, señalaba sin ocultamientos el perverso rostro del atraso. Para la muestra baste decir que el 90% de la población no conocía el calzado y que el 85% de los colombianos Vivian en condiciones de extremada pobreza. Desde luego esa crisis se agudizó por los efectos del conflicto mundial y por la ineptitud de las políticas gubernamentales que precisamente aquella misión internacional buscaba optimizar en este suelo olvidado de Dios.
Y entonces LA MECHA significaba en medio de la ropa precaria, trajinada, de baja calidad y pésima textura, un verdadero desquite dominguero; era la percha que permitía a las gentes sentirse bien vestidas y a gusto, un día de la semana; y si no me equivoco, para los hinchas americanos que asistían al estadio de San Fernando, esa academia de rojo hasta los pies vestida, que hilvanaba figuras increíbles en la grama verde que refulgía con el sol, pasó a ser La Mecha del desquite, el vestido de gala, el de mostrar frente a los adversarios y sus insoportables seguidores.
Luego, pasando el tiempo, La Mecha devino en traje pobre, algo que solía romperse y remendarse; perdió su connotación de vestidura de pro y devino en amadísima pero modesta prenda. Y como el América, pobre de solemnidad, fue por años con fulgores inolvidables ante los grandes de la tabla y los torneos- la cenicienta de los clubes, el amoroso apodo de Mechita iluminó por décadas el horizonte del corazón americano.
Revista América
Aquí uno de los míticos hinchas, el "Duende" que con su vestidura elegante lleva con dignidad L A M E C H I T A...
Partido amistoso jugado en el Pascual Guerrero en 1973
Partido amistoso jugado en el Pascual Guerrero el 2 de diciembre de 1973 entre el América de Cali (0) VS Unión Soviética (1).
Jhon Motta desde Nueva York nos envía...
Agradecemos a Jhon Motta (en Nueva York) por enviarnos su fotografía vistiendo la Escarlata cuando niño e invitamos a todos a unirse al Colectivo Americano Omar Caicedo para que reconstruyamos juntos la memoria histórica de nuestro amado equipo y de su hinchada...
Como en los días de fiesta grande...
Como
en los días de fiesta grande. Como en el San Juan viejo. Como en los
carnavales antiguos. Como en los diciembre luminosos. Júbilo en el
barrio Obrero, farolitos de colores en Siloé, música callejera en
Cristóbal Colón y Villa Colombia. Y por doquier caras alegres, muchachas
con las prendas domingueras, jóvenes trabajadores hablando recio,
radios abiertos sobre la alegría de las plazas y callejones.
Quien quiera conocer lo que significa el fútbol como pasión popular,
que recorra las barriadas de Cali en la noche de triunfo del América.
Puede que sea frivolidad o inconsciencia del pueblo, pero en nada
coincide tanto el afecto de nuestras gentes, como en esa divisa roja,
que llevamos casi todos los caleños sobre el corazón.
El
América, más que un club deportivo, es una tradición. Es la historia del
fútbol de nuestra comarca reciente, más profunda. Otros equipos habrá
con mejores ejecutorias sociales y más fuertes respaldos económicos.
Pero no pasarán jamás de ser un ‘espectáculo’ más o menos bueno, según
la calidad de las ‘vedettes’ que contraten. Un ‘espectáculo’ por el cual
se paga una boleta. Y nada más. En cambio cuando juega el América nadie
va al estadio a divertirse. Se va sencillamente a gozar o a sufrir. A
gozar hasta el paroxismo, a padecer hasta la agonía.
Hay algo
de misterioso en el anclaje de logran ciertas divisas deportivas en el
alma popular. Es el caso de Boca en Buenos Aires, Nacional en
Montevideo, Colo-Colo en Chile, Alianza en Lima, Flamengo en Río. Los
otros equipos, mejor financiados o menos explotados, suelen exhibir
mejores conjuntos y quedar en situaciones superiores en los campeonatos.
Pero sus victorias complacen a sus socios y sus derrotas son recibidas
con el gesto cortés, propio de las ‘élites’ que saben perder. Mas la
explosión popular sólo se presenta cuando en el mástil del estadio
asciende la bandera bien amada.
Son las razones del corazón de
que hablaba el filósofo. Es la secreta correspondencia que liga al
hombre a ciertas muy contadas cosas. Muchos de los que acompañamos al
América desde que nació, porque lo vimos crecer o crecimos con él, que
hemos seguido viendo jugar a sus antiguas glorias -‘Canuto’, Célimo,
Angarita, ‘Guayaquil’, Dimas, ‘Alicate’-, vamos poco al estadio. Sin
embargo, en la temperatura del grito lejano de las graderías populares,
sabemos el resultado de los partidos. Son las razones del corazón.
Ignoro si este año veremos al América como campeón nacional. Mucho me
temo que comience ahora a funcionar, contra el ‘Jugador Número Doce’,
que es el pueblo, el ‘Número Trece’, que es el árbitro, que tan eficaz
ha sido en otros campeonatos del profesionalismo. Pero quién duda que
este resurgimiento del fútbol en Cali se llama América ?. Pasión más que
equipo, amor más que club. Pasión y amor que llevan a nuestro pueblo a
llamarlo, como el sambista carioca a su cuadro, con las palabras que se
reservan para la mujer: ‘Oh Flamengo, que me haces llorar...!
Alfonso Bonilla Aragón.
Colaboración: Jonathan Palacio Urdinola
miércoles, 22 de febrero de 2012
En Perú, 1983
La Hinchada acompañando al equipo en el partido por La Copa Libertadores de 1983 - Estadio Alejandro Villanueva - Alianza Lima (1) Vs América de Cali (2)
Desde niños vistiendo la Escarlata...
"El fútbol no es cuestión de privilegios, sino de derechos. Según acreditó la Convención sobre los Derechos del Niño, el fútbol es un lenguaje universal de millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, niñas y adolescentes, independientemente de su lugar de origen, idioma que hablen o religión a la que pertenezcan. El fútbol es el deporte más popular del mundo"...
martes, 21 de febrero de 2012
La pasión de un pueblo
Roberto Bonilla, de una comunidad indígena ecuatoriana, viajó mas de 50 horas en bus para acompañar al América en su partido frente a Concepción, el pasado jueves en San Cristóbal. Bonilla que vive en Cotacachi, es hincha del cuadro Rojo desde que lo vio en 1980 en Quito. La alegría que sintió al colocarse la camiseta Escarlata pagó su extenuante viaje con creces...América y su hinchada.
lunes, 20 de febrero de 2012
América de Cali en el KUMIS Y NADA MAS - Popayán
Nomina histórica de la Mechita visitando el Kumis en Popayán. Bermúdez, Escobar, Usuriaga, Rincón, entre otras glorias, disfrutando del Kumis con pandebono.
¿Por qué Omar Caicedo?
Durante muchos años en el
pascual hubo una sección de la tribuna de sur destinada para los niños que no
pudieran pagar la boleta para ver fútbol. El único requisito era no medir más
de la altura de cierta tabla que ponían en la entrada. Esa tribuna era llamada
“gorriones”. Mucha gente ha escuchado de ella, pero muy pocos conocen su
origen.
Un
día de fútbol, cuando jugaba LA MECHITA, un niño llamado OMAR CAICEDO
desesperado por ver al equipo de su amor y sin dinero suficiente para la
boleta, decidió entrar al estadio subiéndose por un muro con tan mala suerte
que un POLICÍA lo sorprendió y LO ASESINÓ DE UN DISPARO POR LA ESPALDA.
DESDE
ESA ÉPOCA LA POLICÍA PERSEGUÍA A LA HINCHADA DEL AMÉRICA.
Al
desgraciado policía no le importó que fuera un ser humano, UN NIÑO.
Los
dirigentes y gobernantes asustados por la reacción de las masas rojas indignadas
y avergonzados por lo sucedido, implantaron la TRIBUNA GRATIS DE GORRIONES PARA
NIÑOS.
OMARCITO
CAICEDO VIVE… AGUANTE LA MECHITA… UNA CAMISETA LLENA DE LEYENDA, PASIÓN,
MALDICIONES Y ALEGRÍAS... POR TODO ESO, SOY DEL ROJO… COMO LO DEFINIÓ
ALFONSO BONILLA ARAGÓN: LA PASIÓN DE UN PUEBLO.
Otras
camisetas podrán tener glorias ficticias infladas por los medios… PERO NADA
COMO LA MECHITA.
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