Por: Boris Rodriguez
Últimamente les he escuchado decir a conocidos y amigos, también hinchas del América de Cali, la siguiente afirmación: ¡Ya vamos a volver!
A lo que yo respondo, con tono de duda: Hay que esperar a ver...
Les repito que soy hincha de La Mechita, y deseo que volvamos a competir en la liga el próximo año, pero mi escepticismo se fundamenta en varios factores:
El primero es el financiero, pues resulta que descender le ha generado ganancias al equipo ya que logró un mejor contrato de transmisión por televisión, patrocinadores para la camiseta, mejorar el recaudo por concepto de taquillas, porque así le hayan bajado el precio a la boletería, la ganancia que dejan 5.000 hinchas no es la misma que la de 23.000, y es cuestión de matemática básica.
El segundo factor, y muy similar al primero, la Dimayor, a quienes les ha servido el descenso de La Mechita, mas que cualquier cosa, ya que también mejoraron los ingresos por concepto de televisión, debemos recordar el negocio multimillonario con Direct Tv, el cual se murmuraba antes de jugar el partido del 17 de diciembre, por otro lado el aumento la publicidad para el torneo; además hay que tener en cuenta el beneficio a los demás equipos por la atención de los medios de comunicación motivados por la presencia del equipo en la categoría, también, matemáticamente se aseguraron una taquilla a estadio lleno cosa que no pasaba por la imaginación de esos directivos antes del 2012.
Un tercer factor es el Administrativo, del cual es delicado hablar; se sabe que con la perdida de categoría deportiva, la mayoría de interesados en invertir se desanimaron, oportunidad para unos pocos que tuvieron facilidades para lograr la conversión de la corporación deportiva en sociedad anónima y se hicieron socios, a costas de asambleas fantasmas; por otro lado y gracias a la ley, pudieron postergar el pago a los acreedores, lo cual da un “respiro” en este caminar; igualmente no se puede olvidar que con el apoyo de la hinchada que asiste en gran cantidad a los estadios, estos directivos lograron un equilibrio económico que les permite tener al día la nómina de jugadores, cuerpo técnico y alcanza hasta para la administrativa.
Otro factor para no olvidar es la contratación de la nómina, que muestra como aprovecharon los directivos para contratar jugadores locales, sacados de torneos de barrio que apenas empiezan el trasegar por el profesionalismo, a estos les pagan salarios irrisorios, ya que ellos ven más importante como contra prestación la oportunidad de jugar en un equipo que tiene reconocimiento internacional que les servirá para mostrarse, lo que llaman un “trabajo a éxito”, de esta forma hacen tanto jugadores como empresarios una inversión esperando recibir mas adelante los beneficios de una transferencia en dolares o euros; esto nos pone a pensar en la motivación que tuvieron para la contratación de Eduardo Lara, un director técnico reconocido en el gremio como un técnico que “siembra, cultiva y cosecha” muchos jugadores; a los jugadores aficionados los acompañaron con 5 jugadores nacionales de recorrido pero de rendimiento discreto en el fútbol nacional e internacional y les sumaron 3 extranjeros procedentes de equipos sin trascendencia, en términos económicos una nómina barata.
El último factor es el deportivo donde la cuestión es muy preocupante, porque una nómina de bajo costo y rendimiento deportivo muestra en la cancha un muy discreto nivel de juego. Es tan discreto que dependemos del defensa central brasilero para crear juego, el equipo juega en función de recuperar el balón para entregárselo a Ferreira y que éste desde atrás tire un pelotazo a los delanteros poco hábiles, resumiendo, para anotar goles dependemos en menor medida de una noche de inspiración de Lalinde y en mayor medida de la torpeza de los defensas centrales del equipo rival. En la defensa la cosa no es muy tranquilizante con un par de centrales rústicos; un lateral izquierdo que no heredó la destreza de su tío el viejo Willington Ortiz; mientras Bustos, se mantiene por las campañas pasadas porque el aporte de ahora es muy pobre. Y en el mediocampo literalmente no pasa nada por eso el balón poco circula por esta zona de la cancha.
Por estas razones soy escéptico del pronto regreso a la liga, el fútbol de nuestros días es un negocio, y uno muy lucrativo para los directivos de la S.A., que les conviene tener una empresa con bajos egresos y altísimos ingresos.
Ojala estos pensamientos solo pasen por mi cabeza y se queden allí y el próximo año volvamos a jugar por el titulo de la liga y la clasificación a la copa libertadores 2014.
Para recordar estos dos artículos:
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